Las tareas tienen fechas de inicio y finalización o duraciones que deben completarse. Establecer plazos para las tareas ayuda a gestionar los cronogramas y plazos de los proyectos.
Controle el porcentaje de tareas completadas para medir el progreso general del proyecto.
Actualice el estado de las tareas con regularidad para reflejar el progreso, los cambios o las demoras. Las categorías de estado más comunes pueden incluir: «Abierto», «En curso», «En espera» y «Completado».